Rusia extrajo en 2010 un total de 505,2 millones de toneladas de petróleo y 320,9 millones de toneladas de carbón, lo que representa un incremento del 2,2% y el 6,5% respectivamente en cada sector en comparación con el año anterior.
Estas cifras ofrecidas por el ministro de Energía ruso, Serguéi Shmatkó, marcaron la reanudación de las tendencias progresivas en todo el sector de materias primas en hidrocarburos, apoyadas por los índices de la transformación y consumo dentro del país. Los resultados generales obtenidos por el despacho de Shmatkó, hasta superan las previsiones adelantadas por el Ministerio de Economía.
A comienzos de diciembre pasado, el mismo titular ya evaluó el volumen promedio diario de extracción de crudo en 1.400.900 toneladas, el récord de los dos últimos decenios. Con la disminución, por causas climáticas, de la extracción de recursos hidrocarburos en el último mes del año este índice bajó considerablemente, pero eso no impidió a que el año entero se sitúe por encima de los anteriores. Shmatkó explicó que el proyecto existente del programa gubernamental de desarrollo de la industria petrolera rusa en la segunda década del siglo XXI, no prevé incrementar la extracción de petróleo perpetuamente de hoy en adelante, sino estabilizarla en un nivel de 500-505 millones de toneladas anuales.