"Hay una tendencia preocupante al alza. Los precios de los cereales subieron un 39 por ciento el último año", dijo Ekaterina Krivonos, Oficial de Comercio y Mercados de la FAO.
La funcionaria, quien matizó que las secuelas sociales variarán según los países, añadió que el actual nivel de precios es similar al techo histórico alcanzado en 2008.
"Sin embargo hay mayores reservas", agregó Krivonos, precisando que el incremento en curso está inducido por la incertidumbre sobre la producción futura.
Citó como ejemplo el efecto sobre las expectativas que tuvo en el mundo que Rusia restringiera sus exportaciones después de la sequía de 2010, año marcado por eventos climáticos.
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