"Creemos que desbaratamos toda la organización que operaba en el área de Phoenix", informó William Newell, agente especial a cargo de la División de Armas de Fuego local. "La investigación es una prueba más de los incesantes esfuerzos de los cárteles de la droga mexicanos, especialmente del cártel de Sinaloa, de adquirir de modo ilegal grandes cantidades de armas de fuego en Arizona y en otros sitios para usar en la actual guerra de drogas", agregó Newell.
Según la investigación, desde el año 2009, la banda compró cientos de armas, incluyendo rifles Kalashnikov, una de las armas favoritas para los cárteles de México. Los 17 detenidos enfrentan cargos por conspiración y podrían recibir una pena máxima de hasta 20 años de prisión.
El cártel de Sinaloa maneja, en México, parte del violento Chihuahua (donde está ubicada la peligrosa Ciudad Juárez), Durango, Sinaloa, Nayarit, y ciertas zonas de Jalisco, Guanajuato, Zacatecas, Chiapas, Sonora y Baja California. La DEA asegura que este grupo también está instalado en Costa Rica.