El Gobierno holandés ha vuelto este lunes y martes a encarnar el papel del socio más estricto de la UE, aunque el protagonismo se lo lleven Alemania y Francia, los dos Estados más poderosos. Jan Kees de Jager, ministro holandés de Finanzas subrayó hoy al término de la reunión de ministros de Economía y Finanzas de los 27 países de la UE que los ministros de Economía del Eurogrupo (los de los 17 países que comparten el euro como moneda única), rechazaron el lunes por la noche ampliar el fondo de rescate de países al borde de la quiebra.
Pero la negativa holandesa, como la alemana, no es definitiva. Como explicó el propio De Jager, la negociación sobre el aumento y la flexibilización del fondo de rescate se enmarca dentro de una negociación más amplia que incluye exigir profundos recortes presupuestarios y reformas económicas a los países en apuros; y el refuerzo de los controles y las sanciones contra aquellos que incurren en déficits y deudas públicas excesivas. La negociación global debería desembocar en un acuerdo en la cumbre de marzo.