EL PERIODICO.ES
Aunque la política doméstica centró el discurso de anoche de Barack Obama sobre el estado de la Unión, hubo momento para las referencias a la política exterior, imprescindible para un presidente que heredó dos guerras. Pero lo más significativo posiblemente no fue el obvio compromiso con esas misiones en Irak y Afganistán y Pakistán, o las menciones a los acuerdos con Rusia o a la presión sobre Irán y Corea del Norte, sino la directa declaración de Obama sobre las revueltas de Túnez y la indirecta sobre el apoyo a las revueltas que se extienden por el Magreb.
"En Túnez los deseos del pueblo se demostraron más poderosos que el mandato de un dictador. Y seamos claros esta noche: Estados Unidos apoya a los ciudadanos de Túnez y las aspiraciones democráticas de todos los pueblos. Nunca debemos olvidar que las aspiraciones por las que nosotros hemos peleado y combatido viven en los corazones de la gente en todo el mundo", dijo Obama.