El jefe del Pentágono, Robert Gates, comenzó su primer visita a China desde 2007, con el objetivo de reactivar los vínculos militares entre los dos países, tras la grave crisis del año pasado.
Durante el encuentro de Gates con el ministro de Defensa chino, Liang Guanglie, las dos partes acordaron acelerar el trabajo para resolver los desacuerdos y garantizar un desarrollo estable de las relaciones en la esfera de Defensa: “existen muchas áreas en las que tenemos intereses comunes y podemos trabajar juntos”, dijo Gates.
No obstante, en vísperas de su visita a Pekín, el jefe del Pentágono señaló que Washington está preocupado por la modernización y fortalecimiento de la fuerza militar china, especialmente sus proyectos de aviones furtivos y misiles antibuque, mientras que EE. UU. tiene que recortar algunos programas del Pentágono para frenar el crecimiento de los gastos militares.