La Comisión Europea ha incrementado la presión sobre el Gobierno conservador húngaro por la polémica ley sobre los medios de comunicación, que plantea serias dudas sobre su compatibilidad con el respeto de la libertad de expresión y los principios fundamentales de la Unión Europea (UE).
El Ejecutivo comunitario ha advertido a las autoridades húngaras que no vacilará en abrir un expediente por infracción al derecho europeo si se confirman sus "dudas" sobre la legalidad de la ley de prensa, y que el hecho de que Hungría asuma durante el actual semestre la responsabilidad de gestionar la UE "no tendrá ninguna incidencia".