El nuevo presidente del Banco Central de Brasil, Alexandre Tombini, estableció como prioridad el combate a la inflación, que cerró 2010 situada en torno al 6% y que, en su opinión, debe caer por lo menos a la mitad.
En una ceremonia en que la recibió el cargo formalmente de manos de su antecesor, Henrique Meirelles, Tombini sostuvo que la tasa de inflación de Brasil debe ser llevada a los mismos niveles que tiene en las otras grandes economías emergentes, que es cercana al 3%.
“Mantener el poder de compra debe ser un objetivo permanente para el Gobierno y sobre todo para el Banco Central, pues un crecimiento sustentable sólo se alcanza con una inflación baja, que garantiza las inversiones que luego generan empleo y renta”, declaró Tombini.