Israel ha anunciado este lunes que construirá 1.300 nuevas viviendas para judíos en la parte árabe de Jerusalén. Esta noticia ya ha generado un gran malestar entre ls población palestina que considera que se trata de una medida que rompe con las pocas posibilidades de tirar adelante el proceso de paz entre ambos países.
Paradójicamente, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se encuentra estos días en Estados Unidos para, según él, ”buscar fórmulas para revivir las conversaciones de paz en Oriente Medio”. Precisamente la no-ampliación de los asentamientos judíos fue uno de los requisitos expuestos por Palestina para seguir con las conversaciones de paz con Israel.
Fuentes de la Casa Blanca se han visto obligadas a reconocer que dicho anuncio “es contraproducente para los esfuerzos para reanudar las negociaciones directas entre las partes”.
En este sentido, el negociador palestino, Saub Erekat, ha acusado directamente a Netanyahu de estar “decidido a destruir las negociaciones” para la paz.
