La reunión de 820 delegados superó la resistencia del ala del partido más inclinada a la "política real" y se pronunció por una clara redistribución de la riqueza en Alemania, que debería afectar sobre todo a los sectores de mayores ingresos, a los que el partido pretende hacer pagar más para mantener y mejorar el sistema de salud.
Los Verdes impulsarán el aumento de las contribuciones a las cajas sociales mediante mayores gravámenes a ganancias y a ingresos de capital.
La respuesta del resto del arco político, que ve con temor el crecimiento que Los Verdes registraron en las encuestas durante el último año, no se hizo esperar: "Promesas obscenas de redistribución" fue el modo en el que el secretario general del Partido Liberal (FDP), uno de los dos que integran la alianza de gobierno que dirige Angela Merkel, comentó los resultados del congreso verde.