lunes, 15 de noviembre de 2010

La revaluación del yuan chino es un problema político

LI TIANXIAO
LA GRAN ÉPOCA

uego de la disputa con Japón sobre la soberanía de las islas Diaoyu, y las tensiones con los EE.UU. a causa de las maniobras militares conjuntas de los ejércitos norteamericano y surcoreano, la devaluación del Yuan vuelve a poner al régimen chino en el centro de las miradas.

El 29 de septiembre, la Cámara de Representantes de Norteamérica presentó un proyecto de ley que contempla la implementación de sanciones económicas sobre los impuestos aduaneros a las exportaciones chinas. La votación fue de 348 votos a favor y 79 en contra.

El proyecto tendrá que pasar todavía por el Senado para que el presidente Obama lo decrete ley. Falta por definir, sin embargo, si el Senado lo aprobará antes de las próximas elecciones legislativas.

Actualmente hay en China dos puntos de vista diferentes sobre la revalorización del yuan. El primero cree que un aumento de los precios sobre los productos de exportación causaría un retroceso de las exportaciones. El segundo piensa que sería ventajoso, porque ello conduciría a una caída de precios sobre las materias primas y artículos de importación, y por consiguiente la inflación sería limitada. También el poder adquisitivo del yuan se elevaría. Las empresas podrían mejorar su productividad y consolidar sus capacidades tecnológicas para cubrir las necesidades nacionales. Eso de hecho, podría reforzar la economía china.

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