Por Matthew Cowley y Tom Murphy
SAN PABLO- (Dow Jones)- Citando lo que llaman una "guerra de divisas" el presidente de Brasil y su sucesora, Dilma Rousseff, se comprometieron a tomar acciones para mantener competitivas las exportaciones del país y al mismo tiempo abatir las altísimas tasas de interés.
"Todos, excepto China y Estados Unidos, se dan cuenta que hay una guerra de divisas", dijo el presidente Luis Inácio Lula da Silva a periodistas durante una conferencia de prensa televisada en el palacio presidencial de Brasilia. "Vamos a tomar los pasos necesarios para asegurarnos que nuestra moneda no está sobrevaluada", advirtió.
Lula dejará su cargo el 1 de enero, entregando la presidencia a Rousseff. Ambos integran el izquierdista Partido de los Trabajadores.
En la misma conferencia de prensa, Rousseff dijo que "la última vez que hubo una devaluación competitiva de monedas, terminó donde terminó, en la Segunda Guerra Mundial".