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Asunción, (dpa) - Desde el momento que asumió el gobierno, el 15 de agosto del 2008, el presidente de Paraguay, Fernando Lugo, ha tenido que enfrentar a sectores nostálgicos de la dictadura (1954-1989), por eso no extrañó que su jefe de gabinete, Miguel López Perito, advirtiera esta semana sobre la presencia de "buitres" que "se friegan las manos" y "especulan" con la salud del ex obispo.
A poco más de 15 días de haber tomado las riendas del Poder Ejecutivo, Lugo recibió el primer impacto cuando el ex presidente Nicanor Duarte Frutos (2003-2008) intentó jurar como miembro activo del Senado, puesto que le correspondía ocupar de forma vitalicia por su condición de ex presidente.
Estalló un choque de poderes que aún no se ha resuelto y en medio de aquel clima de tensión se habló de movimientos y reuniones entre algunas figuras civiles y militares del país para sondear la posibilidad de desplazar a Lugo, conspiración que fue rápidamente desbaratada cuando un alto jefe militar denunció la situación.
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