Primer Encuentro Internacional sobre “El derecho de los pueblos a la rebelión” Caracas 7-8-9 de Octubre de 2010, día del guerrillero heroico |
Las fanfarronerías de los lejanos años 1990 acerca del mileno capitalista-neoliberal han pasado a ser curiosidades históricas, tal vez sus últimas manifestaciones (ya a la defensiva) han sido las campañas mediáticas que nos señalaban el pronto fin de las “turbulencias financieras” y el inmediato retorno de la marcha triunfal de la globalización.
Ahora, al comenzar el último trimestre de 2010 las expectativas optimistas de los altos mandos del planeta (jefes de estado, presidentes de bancos centrales, gurúes de moda y demás estrellas mediáticas) van dando paso a un pesimismo abrumador. Se habla de trayectoria de las economías centrales en forma de W como si después del desinfle iniciado en 2007-2008 hubiera ocurrido una verdadera recuperación a la que ahora seguiría una segunda caída y a cuyo término llegaría la expansión durable del sistema, algo así como una segunda penitencia que permitiría a las élites purgar sus pecados (financieros) y retomar el camino ascendente.
La «recuperación» no ha sido otra cosa que un alivio efímero obtenido gracias a una sobredosis de “estímulos” que prepararon las condiciones para una recaída que se anuncia terrible. Porque el enfermo no tiene cura, su enfermedad no es la consecuencia de un accidente, de un mal comportamiento o del ataque de algún virus (que la súper ciencia de la civilización mas sofisticada de la Historia podrá más temprano que tarde controlar) sino del paso del tiempo, del envejecimiento irreversible que ha ingresado en la etapa senil.
La modernidad capitalista ya casi no tiene horizonte de referencia, su futuro visible se retrae a una velocidad inesperada, su posible supervivencia aparece bajo la forma de escenarios monstruosos marcados por militarizaciones, genocidios y destrucciones ambientales cuya magnitud no tiene precedentes en la historia humana.