RAMÓN PÉREZ-MAURA
El Consejo Europeo del pasado lunes no fue un buen comienzo para la nueva ministra de Asuntos Exteriores. Frente a la ambición española de que se acabe con la posición común de la UE sobre Cuba, vigente desde 1996 por iniciativa del Gobierno español, el Consejo decidió por primera vez que España deje de liderar la política de la Unión con Cuba y encargó a la baronesa Ashton, Alta Representante para Asuntos Exteriores, que investigue si el régimen cubano ha dado pasos que ameriten la retirada de esa posición común. Pero, en todo caso, esa investigación de Ashton deberá ser conducida desde la plena vigencia de la posición común. Y eso es lo que algún periódico madrileño consideraba el martes una victoria de la nueva ministra española.
El lunes quedó claro que el largo intento de Moratinos de acabar con la posición común frente a la dictadura cubana está lejos de alcanzarse. Cuando se estudió el tema en el Consejo de Primavera, ya se presentó el resultado del mismo como una victoria de Moratinos: sólo se aplazaba la decisión hasta el Consejo de Otoño. Ya hemos pasado el Consejo de Otoño y ahora nos dicen que el triunfo ya es un hecho y sólo queda esperar hasta el Consejo de Invierno en diciembre.