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Un repaso a la hemeroteca nos dice que la entonces senadora de Nueva York se hizo con los grandes estados de Pensilvania, Ohio y Virginia Occidental, que le permitieron mantener la esperanza hasta que la portavoz de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, respaldada por otros barones demócratas, hizo un llamamiento público para que Hillary Clinton se retirase. Entonces todo eran sonrisas para Barack Obama.
Pero en las próximas elecciones de «midterm» (mitad de legislatura), donde se renueva un tercio del Senado y toda la Cámara de Representantes, los blancos del país, que representan el 40 por ciento del electorado, darán la espalda a los demócratas.
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