El próximo "campo de battalla" será Corea del Sur en este enfrentamiento que amenaza con poner, cuanto menos, en duda la "cooperación" de que hizo gala el mundo durante los momentos más duros de la crisis.
En esta ya denominada “Guerra de divisas” se enfrentan todos contra todos. Una confrontación de la que nadie podrá salir de ganador. El encuentro en Washington terminó con una declaración final en la que meramente se llama al FMI a "profundizar su trabajo" en esta área que, reconoce, ha provocado "tensiones y vulnerabilidades" frente a la buscada estabilidad del sistema monetario internacional, pero sin darle instrucciones específicas en cuanto a cómo monitorear esta disputa.
Un diluido comunicado que en cierto modo dejaba entrever las tensiones tras el cruce de acusaciones que durante toda la reunión en Washington no dejaron de producirse entre los países protagonistas, Estados Unidos y China, y terceros como un Brasil, que se ve perjudicado por una situación de la que no se siente culpable sino víctima.
Llamamientos de uno y otro lado parecieron caer en saco roto mientras cada una de las partes se mantiene firme en su postura. ¿O no?