FEDERICO STEINBERG
La publicación de las perspectivas económicas de otoño del Fondo Monetario Internacional (FMI) supone un espaldarazo para las economías de América Latina y el Caribe.
Mientras que el FMI mantiene su previsión de crecimiento para la economía mundial en 2010 y 2011 en el 4,8% y 4,2% respectivamente, ha revisado al alza la previsión para la región en un 0,9%, para situarla en un espectacular 5,7%. La de América del Sur pasa ahora al 6,3%. Tan solo Asia emergente, que crecerá un 9,4% este año y un 8,4% en 2011, supera esta cifra. Además, el acelerón latinoamericano es especialmente sobresaliente si se tiene en cuenta que el FMI prevé una ralentización del crecimiento en varios países avanzados (sobre todo Estados Unidos, que baja un 0,7% desde las previsiones de julio y crecerá un 2,6% en 2010) debido al agotamiento de los programas de estímulo fiscal. De hecho, el capítulo temático del informe analiza en detalle el impacto de la contracción fiscal sobre el crecimiento. Concluye que, cuando se reduce el gasto público en un entorno como el actual de elevado endeudamiento, debilidad del sector privado y política monetaria sin margen de maniobra, tanto el crecimiento como el empleo se resienten. Pero América Latina parece estar a salvo de este riesgo. Tanto es así que el capítulo regional latinoamericano del informe lleva por título “Latin America Is Sustaining Its Growth Momentum”.