miércoles, 13 de octubre de 2010

Oleoducto China-Rusia: ¿durmiendo con el enemigo?

Alex Calvo/ATENEA DIGITAL

Quince acuerdos económicos, la inauguración de un oleoducto, y ventas de gas natural a partir del 2015, no han conseguido acabar con la profunda desconfianza entre Moscú y China. ¿Estamos ante una alianza estratégica, o un matrimonio de conveniencia con fecha de caducidad?

Una visita muy fructífera

A primera vista la reciente visita oficial del presidente ruso a China puede ser calificada como muy fructífera. Supuso la firma de quince acuerdos económicos, mayoritariamente energéticos, y confirmó la descripción de la relación bilateral como "estratégica", adjetivo repetido

Los presidentes ruso y chino durante la
ceremonia de inauguración del nuevo
oleoducto / chinadaily.com

hasta la saciedad.

Los acuerdos energéticos incluyen uno entre la China National Petroleum Corporation (CNPC) y la rusa Transneft, relativo al funcionamiento del oleoducto entre Skovorodino (Siberia oriental) y Daqing (nordeste de China), de casi 1.000 kilómetros de longitud. Se trata de un ramal del ESPO (Eastern Siberia - Pacific Ocean).

La sección rusa del oleoducto fue finalizada en agosto, y la china fue inaugurada durante la visita de Medvedev, en una ceremonia en Beijing. El presidente chino Hu declaró que "Las dos naciones deberían asegurar la operación segura y normal del oleoducto, y alcanzar el volumen de suministro de petróleo acordado lo antes posible".

Este suministro se iniciará el primero de enero del 2011, siendo la capacidad del oleoducto de quince millones de toneladas al año.

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