En el mismo día del lanzamiento de un nuevo estudio sobre la comercialización de transgénicos a escala mundial patrocinado por la industria, un nuevo informe de Amigos de la Tierra Internacional revela que los cultivos transgénicos en Europa siguen cayendo en picado, al tiempo que aumenta el número de países que los prohíben [1].
El informe “¿Quién se beneficia de los cultivos transgénicos?” demuestra que apenas el 0,06% de los campos europeos se cultivan con transgénicos, un descenso del 23% desde 2008. Siete Estados miembro de la UE prohíben el cultivo del maíz transgénico de Monsanto por las evidencias cada vez mayores de sus impactos ambientales y socioeconómicos, así como por la incertidumbre de sus efectos esobre la salud. Tres países han prohibido el cultivo de la patata transgénica de BASF por precauciones sanitarias inmediatamente después de sque se aprobase su cultivo en la primavera de 2010, y cinco Estados miembros han llevado a la Comisión Europea ante los tribunales por su autorización [2]. La oposición pública a los alimentos y cultivos transgénicos se ha incrementado hasta el 61% [3].
David Sánchez, responsable de agricultura y alimentación de Amigos de la Tierra España afirmó: “Los cultivos transgénicos no tienen ningún futuro en Europa por la fuerte oposición social, sus demostrados impactos ambientales, sociales y económicos, y por los riesgos que plantean sobre la salud. Es lamentable que el Gobierno español siga sin darse cuenta y juegue con nuestro medio ambiente, nuestra alimentación y con el futuro de nuestra agricultura.”