lunes, 28 de febrero de 2011

Immanuel Wallerstein: El Foro Social Mundial, Egipto y la transformación

EL CLARÍN DE CHILE

El FSM se pasó la semana vitoreando a los egipcios –y discutiendo el significado de las revoluciones tunecino-egipcias, por su programa de transformación, por lograr otro mundo que es posible –posible, no hay una certeza.

Una cifra de entre 60 mil y 100 mil personas participaron en el foro, lo que en sí mismo es una cifra notable. Para lograr un evento así, el FSM requiere de movimientos sociales locales fuertes (que existen en Senegal) y un gobierno que al menos tolere las sesiones del foro. El gobierno senegalés de Abdoulaye Wade estuvo dispuesto a tolerar la celebración del FSM, aunque apenas unos meses antes se retractó de la asistencia financiera que había prometido y la recortó en tres cuartas partes.

Pero luego vinieron los levantamientos tunecino y egipcio y al gobierno le dio susto. ¿Qué tal si la presencia del FSM inspira un levantamiento semejante en Senegal? El gobierno no podía cancelar el evento, no con la asistencia de Lula de Brasil, Morales de Bolivia y numerosos presidentes africanos. Así que hizo lo más que pudo hacer para sabotear el foro. Despidió al rector de la principal universidad donde se iba a celebrar, cuatro días antes de la inauguración, e instaló a un nuevo rector que de inmediato revirtió la decisión del rector previo de suspender las clases durante el FSM para que hubiera salones de juntas disponibles.

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