EL PERIODICO.ES
Alemania, que se había resistido hasta ahora a avanzar hacia un auténtico gobierno económico europeo como defendía Francia e insistía en limitarlo a una mera cooperación intergubernamental para no ceder soberanía, parece decidida a dar un salto cualitativo hacía una mayor integración política en materia económica para acabar con la crisis de desconfianza hacia la zona euro y poner fin a los ataques especulativos de los mercados financieros. Eso sí, ese gobierno económico europeo se basará en el modelo alemán.
La cancillera alemana, Angela Merkel, quiere impulsar en la cumbre europea que se celebrará el próximo 4 de febrero en Bruselas una primera discusión de un pacto de rigor económico y competitividad en la zona euro. Ese pacto sigue precisamente el modelo alemán, que en opinión de Berlín ha demostrado su eficacia, ya que Alemania es el primer exportador europeo, sin que la revaloración del euro frente al dólar le haya hecho perder mercados exteriores.
La adopción detallada de ese plan en la futura cumbre europea de finales de marzo es la contrapartida que exige Alemania para reforzar el fondo de rescate de países en apuros, como reclaman el Banco Central Europa (BCE) y la Comisión Europea.
La propuesta de Merkel cuenta con un respaldo general de París, pero ha levantado ampollas en la Comisión Europea porque teme que la iniciativa debilite su propio papel en la gestión económica de la Unión Europea (UE).