jueves, 23 de diciembre de 2010

Piñera, Viejo pascuero de los capitalistas

Leopoldo Lavin
CLARIN DE CHILE

A fin de año, para que pase inadvertido, Piñera le hizo su regalito a los propietarios del capital que podrán adueñarse no sólo de la concesión del agua sino del bien mismo. Así se pagan y devuelven favores según las reglas de la moral mercantil profesada por el Presidente y magnate. “Uds, me apoyaron y eligieron, yo les devuelvo el ascensor”.
US$ 1.600 millones dicen que obtendrá el Estado por concepto de privatización de cuatro empresas sanitarias que controlan el bien líquido. Nada comparado con las cuantiosas ganancias que en diez años obtendrán las compañías multinacionales explotadoras del agua. En Bolivia, la concesión del agua y el traspaso de su gestión a la multinacional francesa Suez Lyonnaise des Eaux provocó, en el 2002, manifestaciones de tal magnitud debido al alza del precio del bien vital que la medida fue revocada y el movimiento social que esto generó llevaron a Evo Morales a ganar las elecciones.

En Chile, es fácil privatizar después del trabajo de zapa concertacionista en la consciencia ciudadana que logró legitimar el mercado y el capitalismo como referentes reguladores de la salud, la educación, la información, la energía e, incluso, el trabajo.

No es de extrañar entonces que, consecuente con su naturaleza de hombre de negocios, Piñera aproveche cualquier pretexto para traspasar de frentón y definitivamente un bien público esencial como el agua a los voraces capitales privados y multinacionales de este preciado recurso.


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