El fundador de Wikileaks, Julian Assange, encarcelado en la prisión londinense de Wandsworth, ha sido trasladado a una celda de aislamiento «por su propia seguridad», declaró ayer Jennifer Robinson, una de sus abogadas. Assange, que ha pedido usar un ordenador con acceso limitado a internet para preparar su defensa, permanecerá allí hasta el martes, cuando un tribunal decidirá sobre su extradición a Suecia, donde la justicia le reclama por supuestos abusos sexuales a dos colaboradoras de su portal de filtraciones.
En Wandsworth, según el diario The Guardian, «los prisioneros mostraron un gran interés» por Assange, lo que habría motivado la decisión de las autoridades de trasladarle el jueves a una celda de aislamiento. «No tiene distracciones, tiene dificultades para recibir llamadas, está solo», añadió Robinson.
La abogada de Assange dijo que su cliente «está frustrado por no poder responder a las alegaciones contra él respecto a los diversos ciberataques» en represalia contra las webs de las empresas que cancelaron las cuentas de Wikileaks, como Visa, Mastercard, Paypal o Postfinance.