WSJ AMERICAS/ MARK WHITEHOUSE, MARKUS WALKER, JOANN LUBLIN
La recuperación global sigue bien encaminada, pero parece cada vez más probable que gran parte del mundo desarrollado atraviese por un prolongado período de crecimiento débil.
Cuando apenas ha transcurrido un año desde el comienzo de la recuperación, su vigor inicial se ha debilitado abruptamente, lo que ha sumido al mundo en un nuevo período de incertidumbre. Las esperanzas de que se produzca una recuperación liderada por Estados Unidos se esfumaron luego de que los consumidores estadounidenses decidieran guardar sus billeteras. Las ráfagas de crecimiento en Japón y Alemania pierden fuerza o se prevé que lo hagan. China y otros grandes países en vías de desarrollo siguen creciendo con solidez, pero a un ritmo más moderado que hace unos meses.
Dos motores tempranos de la recuperación —el estímulo fiscal y el reabastecimiento de inventarios por parte de las empresas— se desvanecen con rapidez. Las autoridades tienen opciones limitadas para inyectar una dosis de estímulo. La gran pregunta es si, y cuándo, el consumo privado y la inversión empresarial llenarán el vacío.
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