GUATEMALA, sep (IPS) - En El Salvador, Honduras y Guatemala no es casualidad que la expresión "de rodillas" rime con "pandillas", sino más bien una realidad social que se evidencia en la violenta evolución y creciente poderío de estos grupos delictivos.
Las "maras", como se les llama a las pandillas en estos tres países que conforman el llamado Triángulo del Norte de América Central, han arreciado en las últimas semanas en sus acciones virulentas, mientras los gobiernos les disparan con leyes.Las amenazas de muerte de pandilleros de las archienemigas Mara Salvatrucha (MS-13) y Mara 18 (M-18) contra empresarios del transporte público provocaron la paralización parcial del servicio del 7 al 9 de este mes en San Salvador, con 1,5 millones de habitantes.
La medida, que dejó una persona muerta, más de 80 arrestadas y tres vehículos destruidos, obedeció al rechazo de ambos grupos a la ley de Proscripción de Pandillas, que pese a esta presión igual promulgó el 9 de este mes el presidente izquierdista Mauricio Funes.
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