SEMANA OPINIÓN/JORGE GOMÉZ PINILLA
Es tan cierto que Álvaro Uribe se lanzará a la alcaldía de Bogotá apenas deje la Presidencia, como también lo es que no la tiene del todo asegurada. Hay personas que creen lo contrario, entre ellas el oscuro (porque viste de negro, ojo) J. J. Rendón, quien dijo que “si él quiere, nadie le gana”. Pero Uribe podría estar cometiendo un grave error político, como cuando en el referendo de 2003 se le advirtió, se le recomendó, pero no hizo caso. Ahora bien, no se descarta que Rendón le esté 'recetando' precisamente lo que no le conviene, en su condición de asesor de Juan Manuel Santos.
De cualquier modo, no debe extrañar que un antioqueño de pura cepa pretenda hacerse al mando de la capital de Colombia, pues está en su derecho democrático. Si no lo estuviera, se les habría cerrado el paso a los de origen lituano, por ejemplo. Lo que sí causa extrañeza -y subida de tono- es que pretenda ganarse el favor de aquellos a quienes ha fustigado con dureza verbal en repetidas ocasiones, al extremo de haber motivado en la muy uribista María Isabel Rueda una columna titulada “¿Por qué Uribe odia a los bogotanos?”, donde se expresa en estos términos: “Que Uribe gobierne con los paisas, está bien. Pero que no insulte a los bogotanos cada vez que puede”. Por cierto, ella ya anunció que a Uribe en versión alcalde no le jala, quizá para sacarse la espinita.
Leer el artículo completo en SEMANA...