BEIJING—Una desaceleración en el frenético crecimiento económico de China, aunque por ahora moderada, está repercutiendo en los mercados globales debido al crucial rol del país como comprador de metales, minerales y otras materias primas.
Desde que el gobierno empezó a frenar la expansión de su mercado inmobiliario, a mediados de abril, los precios globales del aluminio han caído 18%; los del cobre 13%; los del plomo 19% y los del níquel, 27%, si bien sus cotizaciones se han estabilizado en las últimas semanas. Los precios del acero en China han descendido 15% durante este período. Los analistas prevén que podrían producirse nuevos declives, a medida que el gigantesco sector de la construcción de China pierde fuerza.
El auge de la construcción en este país ha jugado un papel crucial en la demanda global de bienes básicos, lo que ha beneficiado enormemente a países exportadores de recursos naturales como Australia, Canadá y gran parte de América Latina y África. El gobierno chino reiteró el mes pasado su compromiso con las políticas dirigidas a contener el alza en los precios de las viviendas y la especulación inmobiliaria, que en los últimos meses se ha convertido en una creciente fuente de descontento de la clase media. Los analistas proyectan un deterioro en las condiciones del mercado inmobiliario chino.