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Berlín, (dpa) - El gobierno de Angela Merkel acordó hoy enviar más efectivos a Afganistán para dar su ayuda indirecta a la intervención militar en Libia. Pero la sorprendente ausencia de Alemania en la misión aliada entraña riesgos considerables para la imagen internacional de la primera potencia europea.
Hasta 300 efectivos de la fuerza áerea alemana asumirán tareas de vigilancia del espacio aéreo afgano con aviones Awacs. El plan del gobierno, que previsiblemente será aprobado por el Parlamento este viernes, pretende descargar a pilotos de la OTAN dedicados a esa tarea y permitirles que se unan a la misión en Libia."Es una muestra de nuestra solidaridad", dijo hoy el ministro de Exteriores Guido Westerwelle. "Se trata de una descarga real para la OTAN y es una señal política de nuestra solidaridad ante los acontecimientos en Libia", había señalado horas antes el ministro de Defensa, Thomas de Maizière.
La coalición conservadora de Merkel busca con esa medida conjurar el "aislamiento internacional" contra el que advierten muchos analistas, después de que Alemania se abstuviera el viernes en la votación del Consejo de Seguridad de la ONU que abrió las puertas a la intervención aliada.
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