Nestor Osorio
SEMANA.COM.CO
Los redactores de la Carta de las Naciones Unidas buscaban, ante todo, “preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra” y para ello diseñaron un sistema de respuesta colectiva frente a crisis internacionales en el cual se asigno al Consejo de Seguridad la responsabilidad primordial de guardián de la paz y la seguridad internacionales.
El Consejo lo integran 15 Estados, 10 de los cuales son elegidos por períodos de dos años, con una renovación anual de 5 miembros. Los miembros permanentes son las potencias que tuvieron un papel preponderante en el diseño del sistema internacional luego de la Segunda Guerra Mundial y tienen el poder de veto. Sin embargo, incluso cuando los miembros permanentes están de acuerdo en adelantar determinada acción internacional, necesitan 4 votos adicionales, puesto que las decisiones se adoptan con 9 votos.
La elección al Consejo es una manifestación de confianza al Estado en el cual recae y un reconocimiento de su capacidad para participar en decisiones fundamentales para la comunidad internacional. Tal honor implica también responsabilidades y esfuerzos considerables. Así, en enero pasado Colombia entró a participar en todos los órganos subsidiarios del Consejo (13 comités y varios grupos de trabajo) y fue elegida presidente de dos comités de sanciones, sobre Sudán e Irán, respectivamente.
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