ALAI
La crisis política en Paraguay y sus repercusiones en la región,
desplazaron la visita del primer ministro chino, Wen Jiabao y la
renuncia del principal cargo del Mercosur, a un segundo plano de la
agenda informativa. China mostró que está dispuesta a jugar fuerte
incluso en la principal zona de influencia de Estados Unidos.
Las polémicas a raíz del golpe en
Paraguay, la suspensión del país del Mercosur y el ingreso de Venezuela
no consiguen disimular las dificultades del bloque, aquejado por las
consecuencias de la crisis mundial y el ascenso de China como potencia
global. La alianza está paralizada porque lo que conviene a unos
perjudica a los otros.
Expresión de las dificultades fue la
renuncia del embajador Samuel Pinheiro Guimarães, Alto Representante
General del Mercosur, en la reciente cumbre en Mendoza. En su
carta-relatorio de despedida traza un lúcido análisis sobre la realidad
actual del bloque.
Señala que la crisis económica en Europa
y Estados Unidos y el ascenso de China generan un enorme flujo de
capitales hacia el sur que “erosiona los vínculos comerciales intra-Mercosur que son el principal cimiento del proceso de integración”.
La desindustrialización, señala, es una de las peores consecuencias y
debe ser enfrentada utilizando los recursos de la exportación de commodities.
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