jueves, 12 de julio de 2012

Niall Ferguson y sus querellas (I).

Ambos Mundos.

Niall Ferguson es el historiador más mediático de la actualidad, aunque disguste a muchos de sus compañeros de profesión, y una de las voces más escuchadas del particular universo conservador anglosajón. No puede sorprendernos, por tanto, que la revista Time le incluyera hace algunos años en su elenco de las cien personas más influyentes del mundo e, incluso, el gobierno británico haya considerado algunas de sus ideas para mejorar la enseñanza de la historia en las escuelas. Sus libros, que habitualmente suelen situarse en las listas de libros más vendidos en Gran Bretaña, tienen la extraña habilidad de fomentar encendidas polémicas intelectuales, que siempre terminan por escapar del debate académico. Su último trabajo Civilización. Occidente y el resto (2011, recién editado en español por Debate) ha vuelto a situarle en el ojo del huracán. Para  sus detractores, entre otras muchas lindezas, Ferguson es un astuto revisionista, un racista encubierto y un nostálgico del imperialismo. Esta retahíla de insultos y descalificaciones podría continuar y, sin duda, continuará creciendo cuando publique la «biografía oficial» que se encuentra elaborando sobre Henry Kissinger, gracias a las facilidades ofrecidas por el antiguo secretario de Estado norteamericano. Esas páginas serán un auténtico cóctel explosivo que estallará en cuanto vean la luz muy pronto (ya se ha anunciado el primer volumen para este mismo año).