miércoles, 6 de abril de 2011

Tribulaciones libias

Juan Gelman
PÁGINA 12

La oposición a Khadafi está pasando malos momentos pese a los bombardeos. Por su parte, la Casa Blanca y la OTAN no están libres de preocupaciones: se ha descubierto que en las filas rebeldes hay elementos de Al Qaida. Así lo admitió el almirante James Stavridis, jefe de las operaciones conjuntas en Libia, aunque subrayó que “la conducción está integrada por gente responsable” (//washingtonexaminer.com, 29-2-11). Se refería, sin duda, al primer ministro del Consejo Libio de Transición, Mahmoud Jibril, ex mano derecha del dictador y ex director de la Junta Nacional de Desarrollo Económico desde 2007, que impulsó la inversión extranjera –en particular de capitales estadounidenses y británicos– y las privatizaciones en el país africano. Parece que hace apenas unas semanas descubrió que Khadafi es un tirano de la peor especie.

Jibril, doctorado en la Universidad de Pittsburgh, resulta desde luego muy confiable para los intereses petroleros foráneos. No es el único: Ali Tahroumi, ministro de Finanzas del gobierno provisional y encargado de los asuntos relativos al oro negro, volvió a Libia hace un mes tras 35 años de exilio procedente de EE.UU., donde ocupaba una cátedra de la Universidad de Washington. Hay más gente responsable.

Galifa Hifter, ex coronel del ejército, fue designado jefe militar de los rebeldes. Regresó de EE.UU. después de 20 años de ausencia; encabeza el llamado Ejército Libio Nacional, un grupo opositor con asiento en Virginia, y se sospecha que es un “agente dormido” de la CIA (www.mcclatchydc.com, 26-3-11). Los tres son apenas algunas piezas de la oposición, un mosaico variopinto que no mucho tiene que ver con los centenares de miles de libios que empezaron a salir a la calle a mediados de febrero, hartos ya del déspota.

Leer noticia completa