ALMA MAGAZINE
Los Verdes alemanes se proponen aprovechar su triunfo electoral del domingo 27 de marzo, en que arrebataron a la coalición de Angela Merkel su feudo de Baden-Württemberg, para reeditar su revolución ecopacifista y demostrar que la proeza en ese "Land" va más allá del mero efecto Fukushima.
Sus resultados en los tres Länder fueron espectaculares. El 24,2% de Baden-Württemberg es el récord de la formación en unos comicios; en Renania-Palatinado triplicaron, con un 15,4%, los resultados de 2006; y en Hesse obtuvieron un 20%, el doble que cuatro años atrás.
La próxima batalla será Berlín, la capital y ciudad-estado, cuyas elecciones regionales, el próximo septiembre, se presentan como un duelo entre el alcalde-gobernador, el socialdemócrata Klaus Wowereit, y la ex ministra de Agricultura, la verde Renate Künast. Mientras Wowereit, en el cargo desde 2001, acusa un desgaste de poder, Künast aspira no ya a quitarle el puesto al actual socio menor, la Izquierda, sino al alcalde-gobernador.
Künast enfatizó que la hazaña de su correligionario en Baden-Württemberg, Winfried Kretschmann, no debe atribuirse al voto antinuclear surgido de la emergencia. "En Baden-Württemberg teníamos ya muy buenos sondeos antes de Fukushima", recordó. La popularidad de Kretschmann viene de antes, desde que asumió como propias las movilizaciones contra la construcción de una nueva estación en Stuttgart, considerada un despilfarro por parte de la ciudadanía de este Land.