Las autoridades francesas han cerrado el paso fronterizo de Ventimiglia-Menton para impedir el paso de los trenes cargados de inmigrantes africanos procedentes de Italia, lo que ha provocado que Roma presente una queja diplomática formal a París por lo que considera una violación de la normativa comunitaria. Francia, por su parte, sostiene que el cierre es provisional y por seguridad ante una protesta de manifestantes italianos.
El ministro de Asuntos Exteriores italiano, Franco Frattini, ha ordenado a la Embajada en París que transmita "la firme protesta del Gobierno italiano a las autoridades francesas", ha informado el departamento que dirige Frattini en un comunicado oficial. Esta medida francesa parece ser una "violación ilegítima y clara de los principios generales europeos".
Roma reclama más ayuda europea ante el aumento del número de emigrantes que llegan a las costas del sur de Italia, pero ya ha comenzado a emitir permisos temporales para los emigrantes para que puedan viajar fuera de Italia hacia otros países europeos, una medida muy criticada por, entre otros, Francia y Alemania.
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