Recomendamos el excelente blog de uno de los máximos expertos mundiales en política internacional (desde el enfoque realista), Stephen Walt. Aquí un extracto de su más reciente post:
Durante alrededor de los últimos 500 años, la política mundial ha estado en gran parte impulsada por las acciones y prioridades de las potencias transatlánticas (o, “el Occidente”). Esta era comenzó con el desarrollo de los imperios coloniales europeos, los que eventualmente se repartieron la mayoría del globo, difundieron ideas como el cristianismo, el nacionalismo y la democracia y crearon muchas de las fronteras estatales que todavía existen. (También “jodieron” un montón de cosas en el proceso). Aunque otros actores (p. ej. Japón) también jugaron roles significativos, especialmente después de 1945, la comunidad transatlántica (definida en términos amplios) ha tenido al conjunto más importante de actores por siglos.
El declive de Europa tras la Segunda Guerra Mundial fue seguido por la era del internacionalismo liberal estadounidense. Con la OTAN y Japón como socios menores, los Estados Unidos sustentaron una variedad de instituciones globales (la mayoría de su propia creación), mantuvieron una vasta red de bases militares, lucharon y ganaron una Guerra Fría y buscaron -con diversos grados de entusiasmo y éxito- propagar los valores e instituciones “occidentales” fundamentales en diferentes partes del mundo.
No quiero sonar demasiado “spengleriano” (ni “Kennedy-esco”) – pero estoy empezando a pensar que esta era ha esencialmente terminado, y que estamos en la cúspide de un gran cambio en el paisaje del poder mundial. La proporción de Asia en el PIB mundial ya supera la de los Estados Unidos o Europa, y un estudio reciente del FMI sugiere que será mayor que el de Europa y Estados Unidos combinados para el 2030...