NUEVA YORK – Cuando en 2010 
BP y sus socios en la perforación petrolera causaron el vertido de 
Deepwater Horizon en el golfo de México, el Gobierno de los Estados 
Unidos pidió a esa empresa que financiara la limpieza, indemnizase a 
quienes habían sufrido daños y pagara sanciones penales por las 
violaciones que provocaron el desastre. BP ya ha comprometido más de 
20.000 millones de dólares en reparación y sanciones. Conforme a la 
conciliación celebrada la semana pasada, pagará la mayor sanción penal 
de la historia de los Estados Unidos: 4.500 millones de dólares.
Se
 deben aplicar los mismos criterios sobre limpieza del medio ambiente a 
las empresas multinacionales que funcionan en países más pobres, donde 
su poder ha solido ser tan grande en comparación con el de los 
gobiernos, que muchas actúan con impunidad y causan estragos en el medio
 ambiente sin rendir cuentas o no las suficientes. Cuando entramos en 
una época de desarrollo sostenible, la impunidad debe convertirse en 
responsabilidad. Los contaminadores deben pagar, tanto en los países 
ricos como en los pobres. Las grandes empresas deben aceptar la 
responsabilidad por sus acciones.
