BBC Mundo.
El británico Eric Hobsbawn, uno de los historiadores más importantes del siglo XX, murió contento.A
fines de 2011 le dijo a la BBC que la Primavera Árabe le generó un
sentimiento de "excitación" y "alivio" que le recordaba a las
revoluciones liberales de 1848: "Dos años después de 1848 parecía como
si todo hubiera fracasado. Pero a largo plazo, no había fallado".
Hobsbawn
murió en la mañana del lunes en un hospital en Londres a sus 95 años,
después de una larga enfermedad. El anuncio lo dieron su esposa,
Marlene, su hija Julia, una importante consultora, y sus hijos Andy y
Josep.
Aunque sus críticos siempre le achacaron su
renuencia a reconocer los defectos de la Unión Soviética, es difícil no
encontrar la obra de Hobsbawn en la selección de lecturas de las clases
de historia en las universidades del mundo entero.
La relevancia
de su trabajo historiográfico no solo se debe a que hizo una rigurosa
documentación de los siglos XIX y XX, sino que en ella practicó la
aceptación de que cada cual es hijo de su tiempo.
En su autobiografía, que más que una serie de
memorias es una investigación sobre sí mismo y su entorno, Hobsbawm
dice: "Pertenezco a la generación para quienes la revolución bolchevique
representó una esperanza para el mundo".
La historia de vida de Eric Hobsbawn es una
historia del siglo XX porque su subjetividad -el tiempo y el espacio
desde donde escribía el británico- siempre fueron una parte esencial de
sus análisis.