NUEVA YORK – La reciente
decisión de la Reserva Federal de lanzar una tercera ronda de su
programa de compra de activos, fue recibido por el Ministro de Hacienda
de Brasil, Guido Mantega, con nuevas acusaciones de que Estados Unidos
está alimentando una “guerra de divisas”. En las economías emergentes,
que están luchando con el impacto sobre la competitividad de la
apreciación de sus monedas, la alarma es mayor porque estas medidas se
suman a las anunciadas en semanas recientes por el Banco Central Europeo
y el Banco del Japón.
Mi
sensación es que ambos tienen la razón. La Reserva Federal tomó la
decisión correcta al adoptar medidas adicionales de expansión monetaria,
dada la debilidad de la recuperación de los Estados Unidos. Más aún,
fue notable la decisión de atar dichas medidas a mejoras en el mercado
de trabajo, una regla que deberían imitar otros bancos centrales del
mundo, en particular el Europeo.