Raúl Zibechi/ALAI
Luego
de casi tres años de desestabilizadora crisis económica, que puso a la
Unión Europea contra las cuerdas, se empiezan a dar los primeros pasos
para profundizar la unidad, crear mecanismos de gobernabilidad y se
comienza a debatir la posibilidad de crear un ejército europeo. Hasta el
momento todos ellos eran temas tabú.
“Vuestro papel es hacer realidad el sueño europeo. Viva la amistad franco-alemana”, dijo François Hollande en alemán. “Viva la juventud franco-alemana. Viva la juventud europea”,
exclamó Angela Merkel en francés. Al expresarse cada uno en el idioma
del otro, los dos dirigentes buscaban reafirmar la vocación europeísta
que los anima en el mismo escenario donde Charles de Gaulle se dirigió a
miles de jóvenes alemanes el 9 de setiembre de 1952, la pequeña ciudad
de alemana de Ludwigsburg.
Era
la primera visita de un presidente francés a la Alemania recién
derrotada en la II Guerra Mundial, y su discurso en alemán entusiasmó a
los jóvenes. Justo 60 años después, los principales dirigentes de los
dos más importantes países de Europa continental quisieron mostrar que
los sigue inspirando idéntica voluntad de caminar juntos, dejando de
lado diferencias y rencores, para seguir edificando una poderosa Unión
Europea.