Infolatam.
Las elecciones presidenciales de Venezuela se dan en un contexto
regional latinoamericano completamente diferente al de hace seis años.
En los dos últimos años Hugo Chávez ha podido
contemplar como desaparecían algunos antichavistas y como es aceptado en
nuevos foros internacionales, cosechando éxitos notables y algún que
otro fracaso (Honduras en 2009).
En 2006 existían varios gobiernos de la región claramente situados en
el antichavismo militante y contrarios al bloque que empezaba a nacer
del “socialismo del siglo XXI”. Ahora en 2012, salvo Paraguay, no hay
gobiernos claramente enfrentados con el régimen chavista.
En 2006, las anteriores elecciones presidenciales ganadas por Hugo Chávez, gobernaban varios presidentes que habían tenido serios enfrentamientos con el líder bolivariano.
Eran los casos de Vicente Fox en México (y de Felipe Calderón presidente electo) quienes le achacaban haber respaldado a Andrés Manuel López Obrador, Álvaro Uribe que ya había tenido algún serio roce con su vecino y Alan García dolido por el apoyo de Chávez a Ollanta Humala.
Incluso en Estados Unidos gobernaba George W. Bush (“Mister Danger” para Chávez) mientras que ahora ocupa la Casa Blanca Barack Obama con quien ha tenido fuerte choques aunque admite que le prefiere a Mitt Romney: ”ojalá
no le haga ningún daño diciendo esto: Si yo fuera estadounidense
votaría por Obama. El ha dicho algo muy racional, lo dijo en Miami, que
Venezuela no es ninguna amenaza para los intereses de Estados Unidos, lo
dijo en plena campaña electoral”.
Hace seis años Chávez empezaba a ver como su aislamiento regional se rompía: a su tradicional alianza con la Cuba de Fidel Castro se habían ido uniendo el triunfo de Evo Morales en 2005 en Bolivia, el de Rafael Correa en Ecuador y el de Daniel Ortega en Nicaragua. Además la escalada del precio del petróleo comenzaba a rendir sus frutos tantos interna como internacionalmente.