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Los líderes chinos siempre han afirmado que su país también está en vías
de desarrollo en su interrelación con el sur y que China jamás empleará
el mismo trato injusto y expoliador de las anteriores potencias
imperialistas. “China es el mayor país en vías de desarrollo del mundo y
África es el continente con el mayor número de países en vías de
desarrollo”, declaró el presidente chino Hu Jintao el 19 de julio en el
Foro de Cooperación China-África celebrado en Pekín. El pueblo chino y
los pueblos africanos han tenido siempre un trato de igualdad entre
ellos, con sinceridad y amistad, se prestan apoyo mutuo y juntos tratan
de conseguir también su desarrollo.
Resulta muy fácil calificar tales
afirmaciones como simple lenguaje diplomático. Pero los chinos son
plenamente conscientes de las innumerables humillaciones sufridas por
ellos mismos a manos de las potencias imperialistas europeas y de Japón.
Aún así, sus líderes actuales se encuentran en una disyuntiva: para
mantener altas tasas de crecimiento económico en su país –su prioridad
número uno– necesitan cantidades de petróleo cada vez mayores, además de
otras materias primas también de proveedores extranjeros. Y para
conseguir ininterrumpidamente el suministros de estos recursos, se están
implicando en una relación patrón-cliente con los gobiernos de los
países proveedores (muchos de ellos corruptos y antidemocráticos), del
mismo tipo de las que han mantenido las mayores potencias occidentales.
Algunos países exportadores con grandes reservas de crudo, cobre y otras
valiosas materias primas caen presas de la “maldición de los recursos”,
bajo la cual sufren el aumento de la corrupción y apropiación de bienes
públicos, la opresión de regímenes autoritarios sostenidos por fuerzas
de seguridad mercenarias bien remuneradas. Y frecuentemente, los
principales países importadores caen en “la maldición de la inversión en
recursos”, bajo la cual se convierten en cómplices de esos mismos
regímenes. Cuanto mayor sea la dependencia que tengan los países
importadores de materias primas procedentes de países bajo ese tipo de
regímenes, más fuertes serán las medidas que tomen para asegurarse la
supervivencia.