Infolatam.
Los países de América Latina han demostrado su capacidad para superar
sin mayores problemas la Gran Recesión de 2008-2010. Por ello, aunque
la actual coyuntura económica internacional esté plagada de riesgos
(crisis del euro, desaceleración en China, Fiscal Cliff en Estados
Unidos o inestabilidad en Oriente Medio), es muy probable que los países
de la región puedan seguir aumentando sus niveles de renta, bienestar y
cohesión social en los próximos años, aunque crezcan a tasas algo
menores.
Lo que no está tan claro es cómo de preparados están para
desenvolverse en el nuevo entorno económico internacional que se está
fraguando, que será cada vez más multipolar y menos cooperativo, y que,
previsiblemente, no tendrá demasiados instrumentos de gobernanza para
resolver los conflictos.
El declive económico relativo de Occidente y el auge de las potencias
emergentes, está desencadenando una nueva lógica de competición y
rivalidad entre estados que lentamente va sustituyendo al entorno
cooperativo y basado en reglas comunes que dominó las relaciones
económicas internacionales en la segunda mitad del siglo XX. Esta nueva
realidad, que se parece a la de finales del siglo XIX, está
caracterizada por el auge de la rivalidad geoeconómica, donde los países
utilizan sus potencialidades económicas como instrumentos de poder.
Esto supone que la lógica liberal cooperativa está siendo reemplazada
por un renacer del mercantilismo clásico, donde los países vinculan cada
vez más el poder económico al poder político y a la seguridad nacional.