BUENOS AIRES, abr (Tierramérica) - Escondido en el subsuelo de una vasta zona de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, el acuífero Guaraní es una de las reservas de agua dulce más grandes del planeta que, además, no está sobreexplotado ni contaminado pese a que de allí se abastecen millones de personas.
"La salud general del acuífero es buena, pero hay que cuidar las zonas de recarga" para evitar que sea contaminado por agroquímicos y desechos de asentamientos humanos, advirtió a Tierramérica el argentino Jorge Santa Cruz, doctor en ciencias naturales con orientación en geología.Santa Cruz, profesor de la estatal Universidad de Buenos Aires, fue entre 2003 y 2009 coordinador técnico del Proyecto para la Protección Ambiental y Desarrollo Sostenible del Sistema Acuífero Guaraní, encarado por los cuatro países que albergan la reserva y que conforman el Mercosur (Mercado Común del Sur).
Los gobiernos del bloque se comprometieron a mantener el cuidado del acuífero y a continuar en labores conjuntas para su mejor gestión, indicaron funcionarios uruguayos al presentar a fines de diciembre en Montevideo los resultados de la investigación financiada por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial, administrado por el Banco Mundial.
El primer paso lo dio el Parlamento del Mercosur al recomendar al Consejo Mercado Común del bloque crear el Instituto Regional de Investigaciones y Desarrollo del Agua Subterránea y de la Protección Ambiental, financiado por el Fondo de Convergencia Estructural e independiente y autárquico de los organismos de gestión de los países miembros.
Leer noticia completa en IPS NOTICIAS...