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El último escándalo por los supuestos vínculos entre ETA, FARC y el gobierno venezolano comandado por Hugo Chávez reiteran el papel que se encuentran y han venido desempañando ciertos medios de comunicación ligados a grandes intereses económicos y políticos a través del proceso histórico moderno, dicho rol al que juegan estos medios de desinformación que no sólo realizan sus tareas en el ámbito de lo nacional, sino también a nivel regional y global.
Las grandes MAQUINARIAS PRIVADAS en el marco de la revolución tecnológica y de la información han asumido dicho espacio como generadores "INDEPENDIENTES" de ideas e información, devotos de la "LIBERTAD DE EXPRESIÓN", manto bajo el cuál camuflan intereses PARTICULARES respaldando, callando cuando es necesario, o confrontando con el poder. Es ilógico pensar en que el manejo de la información pueda ser veraz u objetivo -porque no es posible- o que no pueda ser usado en beneficio o detrimento de un o unos grupos por parte de estos "dueños de la verdad", lo necesario es entonces terminar con la fiesta de disfraces y asumir abiertamente -sin ambiguedades en su retórica- una posición dentro del "tablero de juego".
El ejemplo mencionado nos da una clara pauta de como los grandes medios españoles y de la región -opositores de la política chavista- pertenecientes a las élites ibéricas y transnacionales de capital afines con una determinada ideología han montado un escenario mediático de desprestigio contra algunos países latinoamericanos que apuntan a un enfoque global contra hegemónico o diverso, y que ya han sido amenazados o han sufrido sus ataques (países como Ecuador y Bolivia, expuesto en este blog anteriormente).
Hay que entender que estos medios, mutilados en su génesis y maniatados en su desarrollo, son tán solo una parte de la estrategia en la confrontación de poderes, pues por otros ámbitos, como en lo político y económico diversas amenazas -como la de la Sra. Clinton, el GAFI, el silencio de la OEA verbigracia- son constantes, mencionadas amenazas que atentan a la autodeterminación de los pueblos latinoamericanos y que quieren ser materializadas en el imaginario colectivo a través de una difusión sesgada y cínica de la información, y que también buscan cegar abortar una visión propia, generada por nuestros pueblos dentro del contexto histórico, más alla de los alcances, limitaciones y errores de los procesos de cambio que vivimos en la región, que por cierto, debemos vigilar.
Hay que abrir los ojos!
/FR.
