OPINIÓN
Dmitri Kósirev, RIA Novosti
Los acontecimientos que vamos a comentar aquí no sólo se refieren al dinero y a las finanzas del mundo, sino que también tienen que ver con las estructuras que sustentan el orden mundial. Y aunque ahora se sabe que simplemente hubo un error, ese error supuso un susto tremendo para casi todos o al menos para muchos.
En resumen, el pasado 16 de febrero, la Administración de Estados Unidos confirmó estimaciones elaboradas por entidades privadas de que China, había cedido a Japón el primer lugar como principal depositario de bonos del Tesoro de EEUU en 2009.
Más exactamente, la información difundida por la prensa mundial constató que para el mes de diciembre de 2009, el gobierno estadounidense debía a China 755.400 millones de dólares y a Japón 768.800 millones.
Aquí vale pena destacar dos cosas. La primera es que de repente y de forma simbólica, Japón pasó a ser para EEUU un país más importante que China.
Y la segunda, algo que en ningún momento puede considerase baladí. Los informes explicaron que el el enroque entre Japón y China se debió a que a partir del pasado mes de noviembre, Pekín comenzó a vender bonos estadounidenses por un monto de 34.200 millones de dólares, mientras que Japón gastó apenas 11.500 millones de dólares para comprar bonos del mismo emisor.
Y esto ya es una situación que debe estudiarse con cuidado, porque quedó en evidencia una venta masiva de obligaciones del tesoro de EEUU en sumas considerablemente altas.
¿Será que el mundo ya no quiere darle a EEUU dinero a cambio de sus bonos del Tesoro?
Leer análisis completo en RIA NOVOSTI...