Francois Houtart/ALAI.
Como
en todos los países latinoamericanos, los periodos de elección
concentran la atención sobre el campo político y paralizan gran parte de
otras actividades, o las instrumentalizan en función de la coyuntura.
Ciertamente la dimensión política es importante en un periodo de cambios
profundos. Estos últimos pueden ser orientados en distintas
direcciones, por lo general significativas en la vida de los pueblos.
Esto se comprobó en las elecciones de 2012, en Venezuela, con la
reelección de Hugo Chávez Frías. La continuación del proyecto
bolivariano estaba condicionada por el resultado electoral. Las
transformaciones estructurales en los campos sociales y económicos
necesitan tiempo, y para realizarlas no es suficiente un solo periodo
electoral. Requieren apoyo popular y no significa necesariamente que el
mismo actor esté en el poder. Las circunstancias que prevalecen en cada
país determinan las soluciones.