ALAI
El complemento directo de “Adiós
Humala” es “bienvenidos fujimoristas”. Con las técnicas y sistemas
mafiosos, el gobierno de Humala ha dado el gran viraje. La llamada hoja
de ruta dibuja una trayectoria de 180 grados que se ha dado
constantemente desde el inicio del gobierno. Es la ruta del viraje en la
política exterior ya mencionada (ver “Adiós Humala”),
en la política de género, en la política ambiental y en la Política. Lo
demás no tiene viraje alguno, es el piloto automático hacia la derecha
natural de todo gobierno, al que se refiere Patricia del Río en su
columna en un diario limeño.
Cuando dispararon contra los que
protestaban en Espinar, votantes de Humala en su gran mayoría, ya estaba
cumplida la hoja de ruta. El viraje ya es de 180 grados y está el
partido y su jefe enfrentado a sus aliados y miembros. En la calle esto
tiene como resultado el aumento de las protestas y quizás -en un efecto
de bola de nieve- reproducir lo que Santos, presidente de la región
Cajamarca, dijo con tanta certeza hace pocos días: procesos sociales
análogos a los de Jamil Mahuad y Lucio Gutiérrez en Ecuador y Sánchez de
Losada y Carlos Mesa en Bolivia. Esto por no mencionar a los que se
produjeron en Argentina con “el que se vayan todos” en diciembre del
2001 o el propio pueblo peruano del 2000 cuando los cuatro suyos
marcharon para sacar a Fujimori. En la calle peruana actual, los actores
son los jóvenes y los afectados por la minería. Ellos no necesitan de
líderes naturales. Podrían autoconvocarse bajo el lema “que me devuelvan
el voto”.