El Gobierno de Escocia ha desafiado esta tarde al Gobierno británico al anunciar que el referéndum de independencia será convocado en otoño de 2014, en contra de las exigencias de Londres de que esa consulta se realice lo antes posible para evitar que la incertidumbre pueda dañar las inversiones financieras en territorio escocés.
Alex Salmond, ministro principal y líder del gobernante Partido Nacional Escocés (SNP en sus siglas en inglés), ha acusado a David Cameron de tener “una actitud beligerante” y de intentar controlar el referéndum “entre bastidores” con sus presiones para que este se convoque en los próximos 18 meses y que en él se plantee en exclusiva la pregunta de si Escocia quiere o no la independencia, sin dar a los escoceses la posibilidad de votar una tercera opción: aumentar los actuales poderes del parlamento autonómico.