El temor a un incremento de la violencia en Nigeria se ha materializado este fin de semana con la muerte de más de 160 personas tras una oleada de ataques en el norte del país.
El grupo islamista Boko Haram ha asumido la autoría de los ataques cometidos en Kano, la segunda ciudad más poblada del país. Según un portavoz del grupo, estas últimas acciones violentas responden a la negativa de las autoridades de liberar a algunos de sus miembros detenidos.